Instrucciones
- Limpiar las alcachofas eliminando las hojas exteriores hasta que aparezcan las amarillas. Cortarles las puntas y cortar o pelar los tallos. Usar los corazones para otros preparados (ojo porque hay que ir metiéndolos en agua con limón; si no se oxidan).
- Poner las hojas y demás restos en una cazuela u olla a presión y cubrirlos con agua. Salar y cocer unos 20 minutos (10 si se hace en la olla). Dejar que se enfríe.
- Mientras tanto, pelar y picar las cebollas y los puerros, y pocharlos en otra cazuela con un chorro de aceite de oliva y una pizca de sal a fuego lento unos 20-30 minutos (el proceso se puede acelerar con una pizca de bicarbonato).
- Triturar las hojas de alcachofa con su caldo. Colarlo con un colador o un chino, presionando con una cuchara de madera para que suelten todo el jugo.
- Pelar y cascar las patatas en trozos con la ayuda de un tenedor o un cuchillo. Incorporarlas a la cebolla y el puerro, salar y rehogar 10 minutos más. Mojar con el vino y dejar que evapore el alcohol un par de minutos.
- Añadir el caldo de alcachofa a las patatas y hervir unos 15 minutos removiendo de vez en cuando, hasta que la patata esté bien hecha y se deshaga. Si el caldo ha quedado muy líquido, aplastar un par de trozos de patata y disolverlos (también se puede triturar todo y dejarlo como un puré). Corregir de sal y servir.
Actualización: varias personas han comentado que el caldo les ha quedado muy amargo. Las dos veces que he probado a hacer la sopa no me pasó; supongo que será cosa del tipo de verdura. En cualquier caso, he eliminado los tallos y reducido el tiempo de cocción para que sea más suave.
¡Buen provecho!